Los participantes en el foro realizado ayer en La Paz, ‘Soya: su importancia como Cadena de Valor Agroproductiva en Bolivia’, identificaron al grano como producto fundamental para fortalecer la seguridad y soberanía alimentaria de Bolivia.
En el evento, organizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), participaron además representantes del Gobierno, el empresariado privado y expertos que explicaron la importancia de la cadena productiva del grano.
La soya y la seguridad alimentaria fueron las principales conclusiones del evento, tomando en cuenta que este alimento permite también la producción de otros productos, como el trigo, maíz y otros, bajo la forma de cultivos de rotación de invierno en el lado oriental del país.
Asimismo, se concluyó que para un mejor desarrollo de los cultivos de la soya y otros granos es necesaria la seguridad jurídica para la tierra, referida a cero avasallamiento a predios productivos, liberación plena de exportaciones de alimentos, permitir el uso de biotecnología y mejorar el área de infraestructura, logística y transportes.
“Producir soya significa producir también otros cultivos de rotación, como el trigo, que sirve para producir el pan nuestro de cada día u otros bienes como arroz, frejol, girasol, chía, maíz y sorgo, y a partir de estos últimos, pollo y huevo, carnes y lácteos”, subrayó el presidente del IBCE, José Luis Landívar Bowles.
El viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, Víctor Hugo Vásquez, destacó que el cultivo de la soya es la actividad agrícola que mayor crecimiento registra tanto en volumen como en exportaciones, lo que la convierte en un importante producto nacional.
Vásquez se refirió a la necesidad de mecanizar el sector productivo oleaginoso, su industrialización y su mejora de rendimiento.
“El gran desafío es cómo aumentar la producción de soya en Bolivia”, sostuvo la autoridad del Gobierno.
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