domingo, 8 de febrero de 2015
La clave es tomar acciones para ser más competitivos
En la próxima cumbre Sembrando Bolivia, los productores y exportadores de soya pedirán a las autoridades de gobierno que se encaren acciones conjuntas para que el sector pueda ser más competitivo y mejore la productividad.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, Gary Rodríguez, dijo que la clave de la competitividad es tener un buen producto, a buen precio, colocado de una forma oportuna en el mercado comprador y cuya producción sea sostenible en el tiempo.
Para ello, aseveró, el sector privado tiene la responsabilidad de invertir para producir más; en tanto que el Estado debe definir las reglas, es decir, determinar el alcance del seguro agrícola, poner un alto a los avasallamientos de predios, garantizar suficiente combustible para las máquinas y propiciar créditos blandos para esta actividad “riesgosa”.
La productividad, manifestó, depende de la utilización de tecnología, de fertilizantes, de la disponibilidad de diésel, del mantenimiento de los caminos, del costo del transporte, así como del almacenamiento, hasta lo que es la autorización de cupos y los certificados sanitarios.
El presidente de la Asociación de Productores de Soya (Anapo), Demetrio Pérez, adelantó que su sector planteará la necesidad de expandir la frontera agrícola, expondrá la preocupación sobre el avasallamiento de sus predios y pedirá que la parcela del pequeño productor no sea hipotecada o inembargable, porque ello impide acceder a créditos.
En esa cumbre también se solicitará al Ejecutivo nacional la liberación plena de las exportaciones, lo que ayudaría, expresó Pérez, a recuperar la credibilidad en los mercados externos.
El empleo de semilla modificada
Actualmente, los productores de soya no pueden utilizar semillas de soya genéticamente modificadas, por ello consideran que éste también debe ser un tema de debate de la cumbre Sembrando Bolivia. El Estado es el que define esta política.
El alimento boliviano ofrece más proteínas
La soya boliviana tiene más proteínas que la que se produce en los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), una cualidad que productores y exportadores consideran como un elemento a ser aprovechado para que el grano no pierda el mercado de la Comunidad Andina (CAN).
“En el campo de la agroindustria soyera u oleaginosa, estamos con los mejores estándares, igualamos a los de Brasil o Argentina. ¿Por qué? porque se trabaja con maquinaria y tecnología de punta, incluso sacamos ventaja a la producción de esos países en el contenido de proteínas, en la calidad, por ejemplo, de la torta de soya”, afirmó el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez.
El presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, Wilfredo Rojo, manifestó por su parte que “por suerte” el grano boliviano es de buena calidad, lo que le da ventaja frente a la producción de las naciones vecinas.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Demetrio Pérez, considera que el grano del país puede ser una alternativa para otros mercados, pues “siempre hace falta alimentar a la población humana, pero fundamentalmente a los animales”.
Precisamente por ello, agregó, se busca diversificar el abastecimiento a los países a los que se destina este producto.
Pero además, agregó, que se debe diversificar el aprovechamiento de la soya, porque es el eje para otras plantaciones del país.
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